Las Senadoras Jesusa Rodriguez y Ana Lilia Rivera Rivera hicieron hace unos días la presentación de la iniciativa de Ley que protege y preserva el maíz nativo.
En la presentación, las Senadoras expusieron es urgente la expedición de leyes como la que ahora se propone, la cual está destinada a constituir un bastión legislativo de protección para el maíz nativo ante el capital transnacional, con el fin último de salvaguardar los derechos humanos colectivos y difusos, a la salud, la alimentación, el patrimonio cultural y al medio ambiente sano de todas las personas.
Dijeron que no cabe duda sobre la primordial importancia del maíz nativo para un país como el nuestro, no obstante, la lógica de la política internacional contemporánea se ha decantado por desmantelar la relación entre la humanidad y el campo, mediante la construcción de una amplia arquitectura legislativa y de políticas públicas, dirigidas a favorecer a las grandes empresas transnacionales productoras de semillas transgénicas, en perjuicio del patrimonio alimentario original de los países.
Muestra de lo anterior, es la amenaza más latente y actual que enfrenta nuestra soberanía alimentaria, en el marco de la adopción de acuerdos internacionales como el TTP-11 y el T-MEC, que ocultamente pretenden imponer obligaciones a nuestro país para incorporar medidas legales que atentan contra la preservación del maíz nativo nacional.
De materializarse estas amenazas en nuestro país, se generarían graves afectaciones a las prácticas milenarias y consuetudinarias de las y los indígenas y campesinos, en cuanto a producción, uso e intercambio de semillas de maíz nativo en sus propias parcelas, limitando la diversidad genética nacional.
Ante este panorama, es urgente la expedición de leyes como la que ahora se propone, la cual está destinada a constituir un bastión legislativo de protección para el maíz nativo ante el capital transnacional, con el fin último de salvaguardar los derechos humanos colectivos y difusos, a la salud, la alimentación, el patrimonio cultural y al medio ambiente sano de todas las personas, derechos que encuentran reconocido en el artículo 4° de nuestra ley fundamental, así como en numerosos tratados internacionales especializados, de los que México forma parte.
Es por ello, que se propone la expedición de una Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo, la cual tiene como objetivos:
I. Declarar al maíz nativo como Patrimonio Alimentario Nacional
II. Fomentar su desarrollo sustentable
III. Promover su productividad, competitividad y biodiversidad
IV. Promover las actividades de sus productores originarios y
V. Establecer los mecanismos para su protección, en cuanto a su producción, comercialización, consumo y diversificación constante.
Para ello, se crea el Consejo Nacional del Maíz como órgano de consulta del Poder Ejecutivo Federal en la coordinación, planeación formulación, ejecución y evaluación de los programas que se establezcan en materia de protección del maíz nativo, en cuya integración tendrán representación y participación efectiva, la sociedad civil, los campesinos, las comunidades indígenas y los académicos.
Así mismo, la ley establece la creación de un Programa Nacional de Semillas, con lo que se pretende:
• Crear Bancos de Semillas de maíz nativo
• Asegurar el abasto de semillas en condiciones de equidad.
• Proteger y fomentar el maíz libre de Organismos Genéticamente Modificados.
• Garantizar la eficiencia, productividad, competitividad, sanidad y biodiversidad del maíz y de sus productores, e
• Impulsar la investigación y el desarrollo de tecnología necesaria para conservar las características del maíz nativo.
Es por todo lo expresado que ponemos a consideración de este Senado de la República el siguiente:
PROYECTO DE DECRETO POR QUE SE EXPIDE LA LEY FEDERAL PARA EL FOMENTO Y PROTECCION DEL MAÍZ NATIVO