14 DE ABRIL DE 2020
Ciudad de México. – A partir del día de hoy el gobierno federal decreta en el Diario Oficial de la Federación la Ley de Fomento y Protección del Maíz Nativo, con la cual se crea en Consejo Nacional del Maíz Nativo para establecer los lineamientos para la formulación de políticas públicas para proteger y fomentar la producción, comercialización y consumo de esta semilla milenaria.
Dicha ley, es el fuerzo de diversas organizaciones de campesinos, campesinas y de organizaciones no gubernamentales como Sin Maíz No Hay País, que encontraron en la actual senadora por el Estado de Tlaxcala, Ana Lilia Rivera Rivera, su máxima representación; pues fue ella la principal funcionaria pública en defender los derechos de los pequeños productores de maíz en su estado natal.
De acuerdo con Rivera Rivera, esta “ley reconoce el patrimonio alimentario para los mexicanos a través del consumo del maíz nativo como un derecho a la salud humana y a la cultura”, por lo que el Estado tiene la obligación de garantizar el derecho humano a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, establecido en el tercer párrafo del artículo 4° de la Constitución Mexicana. Asimismo, deberá garantizar y fomentar a través de todas las autoridades competentes que todas las personas tengan acceso efectivo al consumo informado del maíz nativo y en diversificación constante, así como de sus productos derivados, en condiciones libres de Organismos Genéticamente Modificados (OGM´s).
Cabe destacar que la ley es un instrumento para lograr la Seguridad Alimentaria y por ello, contribuye al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU, pues uno de sus alcances es ayudar a lograr los objetivos Hambre Cero, Salud y Bienestar, pues una dieta sana es el primer paso para combatir la diabetes y obesidad que tanto afectan a México.
La ley, que fue presentada al año pasado en la Cámara de Senadores por Rivera Rivera, destaca dentro de su exposición de motivos que, de acuerdo con un Estudios realizados por el Instituto de Ecología y el Centro de Ciencias de la Complejidad de la UNAM, el 90. 4% de las tortillas que se consumen en México contienen secuencias de maíz transgénico, así como del 82% de las tostadas, harinas, cereales y botanas de este grano. “Estos maíces han sido modificados básicamente para resistir plagas y para tolerar el herbicida glifosato, que ha sido recientemente clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como probable cancerígeno para los seres humanos”, señaló en ese entonces la legisladora federal.
Por consecuencia, advierte Ana Lilia Rivera, “es necesario que la ciudadanía esté informada sobre lo que come, y lo que pretende la ley, es brindarle al consumidor la información necesaria sobre cada producto que va desde las tortillas que compras en la esquina del barrio o la colonia, hasta los productos que puedes encontrar en los supermercados a fin de que tú estés consciente si lo que estás comiendo es producto del maíz natural, o producto de las modificaciones genéticas que hacen de él».
En relación al Consejo Nacional del Maíz Nativo (CONAM), ésta será un órgano de consulta del Poder Ejecutivo Federal, dedicado exclusivamente a brindar opiniones técnicas en materias de políticas para la protección al maíz nativo. Tendrá la participación de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, la Secretaría de Cultura y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y, desde luego, en atención al reconocimiento del papel histórico que han desempeñado los pueblos y comunidades indígenas de México como creadores originales del maíz y actualmente como guardianes de su riqueza cultural y alimentaria, el consejo se integrará por representantes de estos pueblos y comunidades, así como por el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) como órgano garante de la participación efectiva de este grupo social.
Asimismo, la ley establece procedimientos y mecanismos que obligan al Estado para que, a través de la SADER, la SEMARNAT, la Secretaría de Cultura y el recién creado CONAM, lleve a cabo la identificación de áreas geográficas en las que se practiquen sistemas tradicionales de producción de maíz nativo, a fin de establecer las medidas necesarias para garantizar y fomentar su subsistencia; así como para desarrollar presupuestos que impulsen la producción, comercialización y consumo de maíz nativo libre de organismos genéticamente modificados, beneficiando principalmente a los pequeños campesinos y consecuentemente a la población mexicana al garantizar una alimentación sana y de la calidad proveniente del maíz nativo.
La Ley de Fomento y Protección del Maíz Nativo entró en vigor el martes 14 de abril y da un plazo de 90 días naturales al Ejecutivo Federal para emitir el Reglamento respectivo, así como a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) para que una vez emitido dicho reglamento ésta nombre a los vocales que integrarán el Consejo Nacional del Maíz Nativo. Por su parte, indica que dicho Consejo deberá instalarse dentro de los 30 días naturales posteriores al nombramiento de sus vocales por parte de la SADER.