Ana Lilia Rivera dictamina para convertir los programas sociales dirigidos a las personas con discapacidad, adultos mayores y a estudiantes de todos los niveles escolares, en derechos sociales

El objetivo es intervenir activamente para paliar las desventajas de los menos favorecidos, a fin de lograr un bienestar para el respeto de la vida digna”, sentenció.

Mujer mayor sonriendo
Senadora Ana Lilia Rivera Rivera

Ciudad de México. – La presidenta de la Comisión de Estudios Legislativos Segunda del Senado de la República, la tlaxcalteca del Grupo Parlamentario de Morena, Ana Lilia Rivera Rivera, presentó la tarde del día de hoy el “Dictamen de la Minuta con proyecto de decreto por el que se reforma y adiciona el artículo 4° de la Constitución en materia de bienestar”, a fin de asegurar el estado de derecho de las “clases menos favorecidas”.

El proyecto antes mencionado tiene por objeto modificar ciertas disposiciones del artículo 4° constitucional, donde se establece:

  • Instaurar un sistema de salud para el bienestar que garantice la extensión progresiva, cuantitativa y cualitativa de los servicios de salud para la atención integral y gratuita de las personas que no cuenten con seguridad social.
  • Garantizar la entrega de un apoyo económico a las personas que tengan discapacidad permanente, priorizando a las y los menores de dieciocho años, a las y los indígenas y a las y los afromexicanos hasta la edad de sesenta y cuatro años; además de las personas que se encuentren en condición de pobreza.
  • Garantizar a las y los mayores de 68 años, así como a indígenas y Afromexicanos mayores de 65 años, la recepción de una pensión no contributiva por parte del Estado.
  • Establecer un sistema de becas escolares del sistema de educación pública priorizando a los integrantes de familia que se encuentren en condiciones de pobreza, con la finalidad de garantizar el derecho a la educación con equidad.

 Ana Lilia Rivera Rivera, codictaminadora con la Comisión de Puntos Constitucionales, aseguró que este proyecto significa “un avance sin precedentes en el reconocimiento de los derechos sociales donde la vigencia de la dignidad humana no depende de la voluntad de un gobernante, sino que constituye un deber permanente para el poder”.