Por Juan Vázquez/Enteratetlaxcala.com
Cuaxomulco, Tlax, Al pie del cerro «El Cuautlapanga*, en la comunidad de Zacamolpa, quedaron sepultados los restos del cuerpo de Roberto Emmanuel, quien fuera una de las doce víctimas en la tragedia registrada la madrugada del miércoles 30 de noviembre, al interior de la empresa SIMEC, en Xaloztoc, Tlaxcala.
El cortejo fúnebre este viernes 1 de noviembre, partió del domicilio de sus familiares hasta el templo de la antigua hacienda de San Miguel Buenavista, donde tuvo lugar la misa de cuerpo presente.
Alrededor de las 13:30 horas, una caravana formada por vehículos y personas avanzaron por casi un kilómetro de la Avenida, Profesor Pedro Pérez, hasta luego entroncar con la calle 2 de Noviembre, en esta misma demarcación perteneciente al municipio de Cuaxomulco.
Al final de la senda un cementerio, «San Simón», lugar en dónde se escuchó, una y otra vez la música de banda.
Las Golondrinas fue uno de los temas que más hizo estremecer a las más de 300 almas allí reunidas para despedir a quien fuera aficionado al fútbol soccer y al equipo Cruz Azul.
Algunos de los presentes compañeros de trabajo, en quienes por momentos brotaron sus lágrimas en señal de dolor, y por la irreparable pérdida del mayor de una familia de tres hermanos, dejando en orfandad a una menor y su esposa.
La comunidad entera de Zacamolpa recuerda ahora a, aquel joven alegre que gustaba mucho también de la música, quién en su deseo de progresar y sacar a flote su familia, había retornado de laborar hace meses en otra factoría del ramo metalúrgico en el norte de México.
No menos de medio año se había hecho cargo de uno de los procesos de la fundación de acero en la planta uno de la comúnmente denomina Atlax.
Uno de los testigos de tan amargo suceso, quién también acudió a despedirlo como compañero de trabajo y vecino, narró cómo instantes después de la explosión vió salir de la nave industrial a una de las víctimas envuelta en llamas
Literal, como una película de ficción, y en la desesperación por ayudar a sus compañeros de cuadrilla, algunos casi derretidos y boca arriba…..Lo que se ha convertido en la tragedia más grande de la historia de las empresas en Tlaxcala, dentro del corredor Xaloztoc.