Aparecen primeros casos de afectados económicamente por el proyecto denominado “el telar de la abundancia”, quienes denunciaron públicamente a organizadores del mega fraude como lo consideraron.
Vecinos de San Bartolomé Cuahuixmatlac, del municipio de Chiautempan, denunciaron públicamente que se volvió un “caos” la aportación individual de 24 mil pesos con la promesa de recibir 192 mil pesos a 20 días se haber entregado el dinero.
De los 150 afectados por este supuesto fraude, el señor Heriberto Ávila Vázquez y sus hermanas, señalaron directamente a Rodrigo Méndez Ávila de que en conjunto con su madre y hermanas llevaron el “programa” a Cuahuixmatlac, con un presumible fraude hasta por 3.6 millones de pesos.
Hace dos meses y medio en una reunión, dicha persona que además resulta ser su primo, habló de los supuestos beneficios del “telar de la abundancia” e incluso logró enganchar a todas esas personas para que cada una diera sus 24 mil pesos, pero con la obligación de hacer crecer la cadena hasta que esta fracasó porque otros no quisieron arriesgarse.
Narraron que las personas que no recibieron un solo peso exigieron la devolución de su dinero, pero al no haber ningún contrato, no han visto nada, mientras que algunos otros solo han recuperado alguna parte.
Los afectados aseguraron que los únicos beneficiados fueron los integrantes de la familia que inició con el proyecto del telar y que hoy “se burla de la gente que le dio sus ahorros, se portan de forma agresiva y dicen que le hagamos como sea. Si queremos ir a las autoridades que lo hagamos, pero no nos van a devolver nada”, expresó.
Por lo anterior, Heriberto Ávila aseguró que él ya presentó una denuncia ante el Ministerio Público (MP) y que el agente le dijo que sí hay material para que proceda un fraude, así que recomendó a otros afectados por el telar a que “no tengan miedo de denunciar, la Ley sí puede estar de nuestro lado”.
Sin embargo, lamentó que la mayoría de los defraudados prefieran no denunciar por miedo a represalias, muchos otros quedan con la desilusión de haber perdido sus pocos ahorros y hasta haber tenido que vender sus objetos para juntar el dinero que les pedían en principio.
En reciente fecha, la Comisión Nacional para la Defensa de Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), advirtió que no estaba en sus manos atender las eventuales quejas de personas defraudadas por ese tipo de artilugios que se dan de palabra entre personas, precisamente por no haber ningún tipo de contrato, así que todo está en la cancha de las autoridades de procuración de justicia.