El primer ministro de la India, Narendra Modi, y la presidenta del senado de México, Ana Lilia Rivera Rivera, protagonizaron un encuentro espiritual y conmovedor que ha fortalecido los lazos de hermandad entre ambos países.
El primer ministro vio en la Senadora Rivera la pureza y el amor que tiene por el pueblo mexicano, motivo por el cual la invito a participar en la ceremonia simbólica, del Rahki, un rito tradicional hindú que simboliza la lealtad y defensa entre hermanos.
El Rahki es un ritual que solo se realiza en fechas específicas y entre personas de la India. Consiste en que una persona le ata una pulsera o un hilo de colores a otra en la muñeca, como símbolo de protección y afecto. Luego, le ofrece dulces y le bendice con una oración. El que recibe el Rahki le da un regalo o una promesa al que se lo ofrece. Por lo tanto, este gesto fue algo sorprendente y único. El primer ministro colocó su mano en la cabeza de la líder mexicana, mientras ella ponía sus manos en su corazón, recibiendo sus bendiciones y protección.
Este gesto generó gran admiración y respeto en la India hacia la senadora Ana Lilia Rivera, quien se convirtió en una celebridad durante el evento de P20 en el país. El pueblo y los medios de comunicación indios se mostraron asombrados y emocionados por esta muestra de hermandad entre las naciones de India y México.
Dicho encuentro espiritual reforzó los lazos entre ambos países y dejó una huella duradera en la historia de las relaciones bilaterales. El gesto de Narendra Modi hacia Rivera demostró el profundo respeto y admiración que tiene por México y su gente, así mismo destacó la importancia de fortalecer los vínculos entre ambas naciones.
El inesperado encuentro fue considerado por muchos como un momento único e histórico, que fortalece la cooperación y el entendimiento mutuo entre India y nuestro país. La senadora Ana Lilia Rivera se convirtió en una figura emblemática para el pueblo indio, quien reconoce en ella el poder y la entrega que representa al servicio de su país.
El Rahki entre Modi y Rivera fue hecho que trascendió fronteras y unió a dos naciones en un lazo de hermandad y respeto mutuo para siempre. Este encuentro espiritual sin duda marcará un hito en la historia de las relaciones bilaterales entre India y México, y se espera que fortalezca aún más la colaboración y el entendimiento entre ambos países en el futuro.