21 de mayo de 2020/Redacción
En Tlaxcala continúa la corrupción por parte del gobierno hacia empresas y negocios, destaca entre los primeros cinco estados desde 2017: INEGI
El abuso de poder, es decir, la corrupción, es un acto muy frecuente que comenten gran parte de los servidores públicos al interior de las instituciones de gobierno, particularmente en los niveles estatales y municipales.
Esta realidad la ha señalado en diversas ocasiones el presidente Andrés Manuel López Obrador quien por primera vez en la historia moderna de México abandera la lucha por erradicar la corrupción, insignia del pasado periodo neoliberal, que por más de tres décadas protegió desde las cúpulas del poder el beneficio de servidores públicos, empresarios y hasta del crimen organizado a costa del bienestar de todos los mexicanos.
Los actos de corrupción se ven reflejados en las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), ya que, de acuerdo a diversos estudios, los casos de personas adultas ―mayores de 18 años― que han sido víctimas de al menos un acto de corrupción ha ido incrementando en los últimos años, pasó de 12.1 % en 2013, a 12.6 % en 2015 y finalmente a 14.6 % en 2017.
En este sentido, desde el año 2017 el estado de Tlaxcala se ha destacado como uno de los primeros cinco estados con mayor prevalencia de corrupción dentro de las unidades económicas estatales y municipales de gobierno, con 6.6 %, solo por debajo de la Ciudad de México, 11.2 %; Estado de México, 9.9 %; Morelos, 8.3% y, Quintana Roo, 7.5 %.
Los principales trámites en los que se cometen actos de corrupción hacia las empresas y negocios son en la solicitud de contacto con autoridades de seguridad pública, en el inicio de seguimiento de averiguación previa ante el Ministerio Público, así como, en los procesos y juicios laborales y mercantiles.
Así mismo, de acuerdo con una encuesta realizada por la Fiscalía Anticorrupción de Tlaxcala, la opinión de las y los tlaxcaltecas es que los presidentes municipales, tesoreros, directores de obras públicas y policías municipales son los servidores públicos más corruptos del estado.
Por si fuera poco, durante el ejercicio fiscal del año 2018 los diputados locales reprobaron 14 de las 60 cuentas públicas ―correspondientes a ese periodo― que los municipios entregaron a la Comisión de Fiscalización y Finanzas del Congreso del Estado para su auditoria.
De esta manera, el Órgano de Fiscalización Superior (OFS) detectó la aplicación injustificada de recursos públicos por parte de los 14 gobiernos municipales. En el caso del municipio de el Carmen Tequexquitla se registró una seria afectación a la hacienda pública por la falta de comprobación en el uso de 17 millones 903 mil 465.30 pesos.
Lo mismo sucedió con la rendición de cuentas en el ayuntamiento de Calpulalpan, en donde no se justificaron 10 millones 233 mil 396.25 pesos, que representan el 8.63% del presupuesto asignado.
A su vez, el ayuntamiento de Zacatelco encabezado por el alcalde Tomás Orea Albarrán, fue uno de los municipios que más daño causó al erario público con 56 millones 42 mil 130 pesos, monto que representa el 60.5 % del presupuesto anual de 2018.
Los once municipios que tampoco justificaron el uso indiscriminado de recursos públicos son: Apetatitlan, Quiletla, Españita, Huactzinco, Ixtenco, Santa Apolonia Teacalco, Hueyotlipan, Axocomanitla, Contla de je Juan Cuamatzi, Zitlaltepec y Tzompantepec.
Ante el escenario de corrupción que vive el pueblo de Tlaxcala por el desvío de recursos públicos y la falta de impartición de justicia, la Senadora tlaxcalteca Ana Lilia Rivera Rivera reafirmó el compromiso del presidente de que “la corrupción se barre como las escaleras, de arriba para abajo”.
Rivera, aseguró que, en lo federal, López Obrador ya está actuando, pero que aún falta barrer la corrupción en los estados y municipios. Por lo que vía Twitter envió el siguiente mensaje a las y los tlaxcaltecas:
“¡Nos toca pueblo de Tlaxcala barrer la casa! Que nunca más nos vuelvan a gobernar corruptos y sus pactos de impunidad”.