Padre Manuel Zamora García recibió la Presea Tlaxcala, que es la más alta distinción que entrega el municipio capitalino a ciudadanos destacados por su vida, obra y aportación a la sociedad.
En el marco del 494 aniversario de la fundación de la ciudad de Tlaxcala y de los 500 años de la primera celebración eucarística en estas tierras. Fue en sesión solemne de Cabildo encabezado por la Presidente Municipal, Anabell Ávalos Zempoalteca, que se hizo ese reconocimiento a quien, entre muchas otras cosas, ha sido impulsor de que el complejo del Exconvento de San Francisco sea nombrado Patrimonio Cultural de la Humanidad, rigió la Basílica de Ocotlán y ha hecho una labor humanitaria para los más desprotegidos.
Fue en el Teatro Xicohténcatl donde se desarrolló la sesión en la que se entregó una medalla de plata al galardonado, ante sonoros aplausos de familiares, funcionarios del Ayuntamiento e invitados en general, que reconocieron la aportación del purpurado al desarrollo de la capital del Estado.
En su mensaje, Zamora García resaltó de forma general que el amor en la verdad es la fuerza que mueve al hombre a resolver muchos conflictos humanos tales como la falta de justicia y paz, la desigualdad, la violencia, el aborto, la disolución de la familia o la falta de ayuda entre países ricos y pobres.
“Un mundo de globalización nos hace más cercanos pero menos humanos, por eso hay tanta injusticia. En la familia reside la esperanza de la elocuencia de los deberes al respecto del ser humano”, expresó ante un recinto lleno.
Por su parte, Ávalos Zempoalteca calificó el discurso del presbítero como una cátedra para recuperar los valores de la familia, lo que revela la trayectoria impecable del religioso que siempre ha tendido la mano al que más lo necesita, desde su modesta forma de llevar su vida.