Pobladores de Santa María y Guadalupe Texcalac, comunidades pertenecientes al municipio de Apizaco, junto con simpatizantes antorchistas, se manifestaron contra el Gobierno del Estado por falta de respuesta a sus demandas de poner un alto a la grave contaminación que provocan las descargas industriales a los mantos acuíferos, lo que ha propiciado la aparición de entre 150 y 200 casos de enfermos renales en diferentes fases.
Unas 80 personas, entre ellas algunos pacientes, protestaron pacíficamente y con pancartas frente a Palacio de Gobierno para denunciar la falta de soluciones al problema que viven desde hace años y que pone en riesgo a por lo menos dos mil personas, que es la población de ambas comunidades.
Al respecto, Víctor Marcos Rojas, representante antrochista, manifestó que la semana pasada tenían prevista una reunión con las autoridades relacionadas con el tema, pero de manera grosera a unos minutos de la hora pactada para iniciar la reunión les cancelaron sin previo aviso, lo cual consideraron como una falta de respeto y voluntad para atender este problema.
El compromiso era entrevistarse con representantes y titulares de la Secretaría de Gobierno, así como de dependencias federales en materia de medio ambiente y agua como Profepa, Semarnat y Conagua, a efecto de proponer algunas vías de solución, empero eso no fue posible.
Explicó que las descargas residuales provienen de empresas instaladas en Ciudad Industrial Xicohténcatl I, en Tetla, así como del Corredor Industrial Xaloztoc, las cuales son vertidas sin tratar al río Atoyac que a su vez contamina otros afluentes y cuyos elementos tóxicos se depositan cerca de los mantos acuíferos, mismos que resultan contaminados ya para el consumo humano.
Dijo que son siete los puntos que demandan los texcalalquenses, entre ellos, que las empresas pongan a funcionar sus plantas tratadoras de aguas residuales, que se haga un estudio precisó de la situación de los mantos acuíferos y ríos respecto a la contaminación, que se equipe el centro de salud de Texcalac con instrumentos y medicamentos para atender a los enfermos, así como sancionar a las compañías responsables de la polución en el agua de la zona.
La primera protesta tuvo lugar el 8 de junio pasado y en ella representantes de la Secretaría de Gobierno prometieron una reunión con autoridades, la cual no se llevó a cabo, por lo que volvieron a salir pobladores y antorchistas a la calle para exigir respuestas.