Un tribunal de enjuiciamiento en Tlaxcala dictó una sentencia de 20 años de prisión, a Saúl N., líder indígena y comunitario de San Pedro Tlalcuapan, del municipio de Chiautempan, por un homicidio que no cometió.
Las juezas Aída Báez Huerta, Rossana Rubio Marchetti y Olivia Mendieta Cuapio, según ellas, lo encontraron culpable del asesinato de Alfredo N., ocurrido durante un linchamiento en esa localidad de origen náhuatl el 15 de abril de 2022, en coincidencia con el Viernes Santo.
«El agente del ministerio público no tiene ni una sola prueba, y ahorita lo acaban de decir las mismas juezas, con la cual poder demostrar que hubo alevosía, ventaja, premeditación, coparticipación de Saul para cometer ese delito que le están atribuyendo de manera ilegal, esa es la palabra correcta», indicó Carlos David Robles, abogado de Saúl N.
Pese a que el imputado no estuvo presente durante el linchamiento, sus abogados explicaron que, en su papel de autoridad electa por usos y costumbres, notificó al Gobierno local de los disturbios y solicitó ayuda para rescatar a la víctima y mantener el orden social.
Sin embargo, las juezas argumentaron que, como presidente de la comunidad en ese momento, tenía la responsabilidad de proteger a la víctima ante la amenaza de los pobladores de hacer justicia por su propia mano.
Por consiguiente, se dictó una sentencia condenatoria de 20 años de prisión la pena mínima para el delito de homicidio calificado, aunque inicialmente se había considerado una pena de 50 años a solicitud del ministerio público.
Tras la decisión del tribunal, Robles anunció que preparan un recurso de apelación porque Saúl N. es inocente del delito por el que ha sido sentenciado.
«Esta decisión es más política que jurídica», afirmó destacando la falta de pruebas presentadas por la fiscalía.
Saúl N., junto con Raymundo N., fue detenido en julio de 2022 por personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y ambos fueron acusados de homicidio calificado.
Sin embargo, el pasado primero de marzo, las juezas absolvieron a Raymundo N. al no encontrar elementos que acreditaran el delito. En el caso de Saúl N., reiteraron su decisión de que es culpable debido a su posición como autoridad comunitaria.
Testimonios de habitantes de Tlalcuapan indican que Saúl N. resguardó a la víctima dentro de la presidencia de la comunidad, pero una turba lo destituyó del cargo y arrebató al presunto ladrón.
El linchamiento ocurrió mientras una parte de la población celebraba el viacrucis por el Viernes Santo y a pesar de la presencia de más de 250 policías estatales que no intervinieron para rescatar a la víctima.
Los residentes locales argumentan que la detención y sentencia de Saúl N. están relacionadas con su activismo en la protección del Parque Nacional La Malinche, donde descubrió actos de corrupción en los programas ambientales del Gobierno local.
También denunciaron que, en el momento del linchamiento, las autoridades municipales lo dejaron solo y no actuaron como tampoco lo hicieron las instituciones del Gobierno local, pese a que en ese entonces ya existía un protocolo de linchamiento.