Diócesis de Tlaxcala presentó la Encíclica del Papa Francisco “Laudato SI” (Alabado seas), documento que “cuestiona de manera fuerte y urgente” a toda la humanidad sobre “¿qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?” y, en el caso local, es una luz frente a las situaciones que laceran la dignidad humana.
En rueda de prensa acompañado de integrantes de la Pastoral Social que incluye las dimensiones de derechos humanos, migrantes, salud, indígena, penitenciaria y Fundación Caritas, el obispo Francisco Moreno Barrón, citó que la contaminación afecta cotidianamente la vida de las personas con graves consecuencia para la salud, el grado de provocar millones de muertes prematuras, siendo su origen la “cultura del descarte” que se debe contrarrestar a través de modelos de producción basados en la reutilización y el reciclaje, disminuyendo a su vez el uso de recursos no renovables.
“La Encíclica Laudato SI, se desarrolla en torno al concepto de ecología integral, como paradigma capaz de articular las relaciones fundamentales de las personas con Dios, consigo misma, con los demás seres humanos y con la creación (…). La tecnociencia bien orientada no solo puede producir cosas realmente valiosas para mejorar la calidad de vida del ser humano, también es capaz de producir lo bello y de hacer ‘saltar’ al ser humano inmerso en el mundo material al ámbito de la belleza. El hecho es que el hombre moderno no está preparado para utilizar el poder con acierto, pues el inmenso crecimiento tecnológico no estuvo acompañado de un desarrollo del ser humano en responsabilidad, valores, conciencia”, aludió.
Moreno Barrón señaló que el objetivo es elaborar las bases de una ecología integral que, en sus distintas dimensiones, comprenda “el lugar específico que el ser humano ocupa en este mundo y sus relaciones con la realidad que lo rodea”.
La propuesta papal, agregó, son una serie de líneas de renovación de la política internacional, nacional y local de los procesos de decisión en el ámbito público y de iniciativa privada, de la relación entre política y economía y entre religiones y ciencia, basadas en un diálogo transparente y honesto.
El mensaje de esperan invita a apostar por otro estilo de vida, dado que a pesar del relativismo práctico y la cultura consumista, “no todo está perdido porque los seres humanos, capaces de degradarse hasta el extremo, también pueden sobreponerse, volver a optar por el bien y regenerarse, más allá de todos los condicionamientos mentales y sociales que les impongan (…)”, comentó.
El obispo de Tlaxcala indicó que la Encíclica viene a reforzar el trabajo pastoral de la Diócesis y a colocar en el centro de la dignidad de la persona y de la creación, cuyo trabajo de promoción será permanente.