Taxistas que portan publicidad pegada en los medallones suponen obstrucción de visibilidad y violación el reglamento de la ley de Comunicaciones y Transportes en el Estado, por lo que autoridades de la Secte debe de poner mayor atención y más cuidado para hacer cumplir la ley.
La publicidad de la Feria 2015, Tlaxcala, que portan taxistas en diversos municipios de la entidad, viola el reglamento de la Ley de Comunicaciones y Transportes en el Estado en Materia de Transporte Público y Privado, debido a que son calcomanías que suponen la obstaculización de la visibilidad de los conductores.
Pese a ello, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Estado (SECTE) han sido especialmente benévola para no sancionar a los taxistas, o bien y de ser el caso, a los autores de ordenar o permitir la colocación de pegotes en el medallón de los vehículos.
De acuerdo con la fracción V del artículo 9, Título Segundo del Servicio de Transporte Público sobre Clasificación del Servicio, los automóviles que presten el servicio de taxi “no portarán vidrios polarizados, oscuros, ni aditamentos que obstruyan la visibilidad del conductor, salvo cuando estos vengan instalados de fábrica de acuerdo con las normas expedidas por la autoridad correspondiente y se indique en la tarjeta de circulación”.
La inobservancia de ese ordenamiento conlleva a la aplicación de una multa de 20 días de salario mínimo y remisión al corralón. Nada de esto ha ocurrido con los taxis y choferes que hoy portan calcomanías que promocionan la Feria de Tlaxcala en su edición 2015.
En las principales ciudades del estado, es posible ver a un indeterminado número de unidades de ese servicio de transporte público con la publicidad de la feria que se da en el marco de todos santos; sin embargo, también ha sido posible observar camionetas colectivas con la misma impresión en sus medallones, sin que la SECTE aplique el reglamento.
En el pasado reciente, la titular de esa dependencia, Gisela Santacruz, fue enfática al señalar que no se permitiría la portación de publicidad o propaganda de cualquier tipo – especialmente la política – en las unidades del servicio de transporte público.