Músculos azules y mentiras apizaquenses

Sin superar las heridas del pasado proceso electoral, en el Partido Acción Nacional en la entidad, se viene preparando la sucesión de José Gilberto Temoltzin, próximo legislador local.

Ya hay más de uno apuntado, sin embargo, hay uno que llama la atención, y no porque sea el mejor perfil para ser el sucesor del político chiautempense, sino por su fina costumbre de traicionar a todos sus aliados, y eso es algo que el aún edil panista de Apizaco no puede ignorar, ya que es su delfín.

El advenedizo, Carlos Quiroz, mejor conocido como “El Charlie”, personaje de claroscuros, que es mejor cómico que político, pero sobre todo, más traidor que el propio Judas.

Ex funcionario federal, en las épocas del Calderonismo, apadrinado (por Adriana Dávila en sus mejores años), tras la derrota la caída del PAN de la presidencia, la traicionó para buscar otra madrina, quien por su fuero federal le permitiría mantenerse en la CONAGUA, la ojiverde Aurora Aguilar, quien no sólo le aseguro su estancia, sino, también que le abrió la puerta en diversos municipios para ser asesor legal, pero a la conclusión de su legislatura, la abandonó para refugiarse con el alcalde panista Julio César Hernández.

Con su misma carta de presentación de traición e intriga, pretende asumir las riendas de la dirigencia blanquiazul, en la búsqueda de simpatías, donde no sólo le conviene negar al alcalde apizaquense, también al actual dirigente panista Pepe Temoltzin, y a su vez, arremete contra este último culpándolo de los resultados recientes del proceso electoral. Sin embargo, en estructuras donde simpatizan con la dirigencia panista, lo defiende y lo nombra líder.

Pero no queda ahí su fallida estrategia, resulta que el mensaje es claro, no importa lo que tenga que hacer o a quien traicionar, para lograr sus objetivos, pues Carlos Quiroz, quien ostenta la Comisión de Orden y Justicia panista local, lejos de hacer su trabajo, de sancionar a los militantes que le dieron la espalda al PAN en los recientes comicios electorales, se cita con ellos, se toma fotos y las presume, situación que a muchos panistas, les ha molestado la situación, sobre todo, aquellos candidatos y militantes, que gracias a esos personajes no lograron el triunfo.

Por ejemplo, hay malestar de la militancia de San Pablo del Monte, Chiautempan, y la capital, principalmente, por sus últimas publicaciones con personajes que le dieron la espalda al partido, y fueron de los primeros que se le observó reuniéndose para conseguir su respaldo o ¿Los estarán chantajeando de no expulsarlos a cambios de sus votos?

Porque el mensaje es claro, que no tendrá mano firme para sancionarlos, se reúne con quienes traicionaron al PAN; provocando diversas derrotas en las urnas, lo que deja en claro que, de ser dirigente estatal, con tal de lograr sus objetivos, puede negociar hasta con el diablo a costa del propio partido.

Es claro que la ambición del “Charlie” no tendrá límites, por ahí se dice que, su principal objetivo, es ser dirigente para emular a Temoltzin Martínez y ser legislador en 2024.

Si este es el salvador del PAN, pobre partido, está condenado al fracaso, porque las riendas de un partido que aspira no sólo a ser oposición sino opción para el 2024, en manos de un personaje acostumbrado a traicionar, pero además incapaz de ser un operador político acorde a las necesidades del blanquiazul.

Si hay culpables de la derrota del PAN en el distrito federal I, donde el CEN y CDE panista, focalizó sus recursos económicos, humanos y políticos, a su alcance, ese es Carlos Quiroz, principal operador de Julio César Hernández Mejía, quien, en lugar de salir a operar, se la pasaba en el gimnasio, tomándose selfies para presumir su musculatura, y quien sólo llegaba a los eventos para publicarlo en sus redes sociales, y presumir una operación que jamás existió.

El PAN se ha caracterizado, por sus personajes aguerridos y con oficio político de altura, pero Carlos Quiroz, parece más un cómico principiante, ególatra que hasta algunos le dicen el “Bladimir Zainos panista”

Los panistas en los próximos meses tendrán la no fácil tarea de elegir, a su dirigente estatal, deben tener la cautela, que en tres años aún exista el PAN no un polvorón.

Tiempo al tiempo…